martes, 9 de octubre de 2018

El teatro de relaciones y una ciudad




Santiago de Cuba representa para el país un fiel exponente de las Artes Escénicas y en particular, del teatro de relaciones, que es parte del quehacer de este pueblo caribeño. Cada fin de semana la urbe protagoniza un fuerte movimiento cultural con diferentes grupos nacidos al calor de las relaciones, que datan de la época de los mamarrachos, en la centuria del XVI.
Los artistas tienen como principal escenario, calles y plazas. Ejemplo de ello, la actriz Fátima Patterson con su Café Teatro Macubá, donde  en sus obras recoge leyendas y cuentos tradicionales.
La palabra como un don de la oralidad. El Laboratorio Palenque siempre se encuentra en el parque Serrano en el mismo centro de la calle Enramadas, como homenaje al desaparecido actor Rogelio Meneses, fundador y director de esta agrupación teatral.
Pero si se hace una retrospectiva de todo este movimiento, hay que remitirse necesariamente al Conjunto Dramático de Oriente que radicó en la actual sala Van Troi, hoy sede del Cabildo Santiago. Transición de los relacioneros de Santiago de Cuba en la década de 1960, cuando surgieron piezas como “El macho y el guanajo” y “Cuando Santiago Apóstol puso los pies en la tierra”.
Por supuesto los escenarios asumieron al teatro callejero convirtiéndolo en su razón de ser y forma parte de las raíces de la nacionalidad cubana y centro de la cultura popular.
Ese es el motivo primordial que hoy por hoy, la ciudad sureña y antillana reafirma su condición genuina exponente del teatro cubano de relaciones.



lunes, 8 de octubre de 2018

El Caribe, punto de partida y de llegada...


El Caribe se extiende en el mundo no sólo como ese espacio del universo mágico del sol añorado por quienes lo han conocido o somos originarios de esa geografía y andamos por el mundo como quijotes trashumantes.
El Caribe también es origen. Hoy me remito a la  dimensión de un vocablo que se extiende por España y sobre todo en la costa del Sol de Andalucía, en particular en Marbella: los chiringuitos. Este establecimiento curioso y rudimentario se conoce desde 1913 en la playa de Circe en Cataluña, traído el nombre desde Cuba por un catalán que vivió allá y retornó a su tierra. Y es en este encuentro que se expande primero como chiringuito nombre achicado por el peninsular al recordar el chiringo cubano, “agua de chiringa” como lo conocemos los nacidos en Cuba, Caribe por excelencia.
En la guardarrayas de los cañaverales nació el café carretero cuando en las madrugadas los hombres carreteros colaban el sabroso líquido a la manera montuna: 4 piedras como fogón y leñas como fuego y después, según algunos con un tizón se hacia el café por decante  o se colaba con un “empinao”; son las dos versiones contadas por los viejos habitantes del batey del ingenio azucarero.